28 de febrero 2019
Desde hace ya meses que he tenido ganas de escribir sin lograrlo hasta ahora. Hace años que deje de escribir y no lo lamento, solo escribo el suceso.
Alrededor de tres o cuatro veces en mi vida, según mis recuerdos, me he preguntado, por qué esta falta de motivación hacia la escritura. Algunas veces pienso que fueron los inicios de descubrimiento a la vida y mi fresca juventud lo que me provocaban escribir , con jubilo e ímpetu, otras veces creo que ya no tengo nada interesante (para mí) que desbocar, otras tantas me he aburrido, otras más creo que mi talento en este rubro ya me lo gaste, otras cuántas pienso que no tengo ganas…que ya no lo necesito, otras y otras no quiero dañar mi nombre…y desde hace tres meses (o algo así) ese brote cosquilleante en el cerebro y en mi costilla izquierda comenzó a revolcarse de nuevo.
A decir verdad, preferiría conservar la inmadurez y estupidez que caracterizaba mi devastada juventud, la situación se tornaba más dinámica, a decir una mentira creo que continúo estando demasiado joven…a escupir realidades, la necesidad es una patrona que me mueve el culo tajantemente, a pie de ponernos honestes, creo fervientemente que la escritura como la música es un estado divinamente lumínico.
Esa carita bien abofeteada llena de malvaviscos melosos pintados de reconocimiento, éxito y fama son tres cosas que de verdad que me provocan nausea…las personas…aquelles que toman todo personal y creen incrédulamente que al universo le importamos y debemos rendir y rendirnos cuentas, espero un día se retuerza la gravedad y todo gire en contra, de alguna manera creo que esa vez elles serán los oprimidos…
Igual será una mierda… y es que por mas que lo intento no me convence mi antinaturaleza de ser “humana”.
¿Qué extraño y retorcido privilegio gozo en este mar antiético y maloliente de basta estupidez?
¿La posibilidad de ser ausente?
No.
¿La calamidad de estar presente?
No.
¿Y en esta negación contundente, habrá algo donde se intuya el retroceso de la afirmación?
Comienzo a escribir sin perder el rumbo de la sonrisa, del estomago lleno, comienzo a escribir con hormigas en los pies que impulsan mi caminar, el esternón bien cerrado, oprimido, pero mas abierto que ayer, comienzo a escribir odiando esta ultima frase que me huele a superación personal , ya de por sí , el concepto de superación es vulgar y el de personal mas que violento.
Me leo y me doy la bienvenida, la rebien- venIDIOTA!
D.J